El ofrecimiento

Huye,
Aunque no podrás esconderte;

Defiéndete,
Aunque de mi no podrás protegerte;

Grita,
Aunque nadie te escuche;

Llora,
Aunque una lagrima no se asome;

Maldíceme,
Aunque yo no crea en maldiciones.

No sabes que cuando yo llego,
Nadie escapa a mis destellos;
Ni siquiera aquellos que se han refugiado en un convento,
Muchos menos lo que han dejado de creer en lo que yo represento.

Por que temes en aceptar lo que te estoy ofreciendo,
No sabes que aunque hoy me vaya,
Yo volveré con el paso del tiempo.

Pero cuidado,
Recuerda que yo no envejezco,
Pero ustedes los humanos,
Se marchitan con el paso de los años.

Quizás lo que hoy te ofrecía
A otra dama se lo haya entregado.

No desprecie hoy mi ofrecimiento,
No te hagas ajena a mi regalo,
Recuerda que un verdadero amor,
Solo llega cada diez años

Norberta de Sánchez
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