Tu precio

Cuando te conocí pensé que eras mi mujer soñada,
La que siempre imagine seria la dueña de mi alma,
Aquella por quien me peleaba,
De otros que también pretendían hacerte su amada.

Yo fui el más pendejo de todos aquellos,
Fui el ingenuo quien cayó bajo las suelas de tus encantos;
Aquel con quien te casaste,
Y le hiciste vivir un infierno.

Te di todo lo que me pedías,
A ti nada te faltaba,
Pero tú, a mis espaldas con otros te acostaba.

Había rumores,
Pero yo de ti no sospechaba,
Ya que nunca me imagine,
Que era a una zorra la que tenía en mi casa.

Haciendo el amor complacía todas tus hazañas,
Sin pensar que era con una víbora con la cual yo me acostaba.

Hoy embriagado estoy,
Hoy te are pagar el precio de tu traición.

Ven, desnúdate
Quítate toda mascara,
Déjame ver con quien he estado todos estos años,
Déjame ver quien ha hecho de mi vida un calvario,
La que se ha burlado de mi todo este tiempo;
Déjame ver a la que confundí con un lucero,
A la perra que ha puso a tantos hombres en celos.

No me llores,
No creo en tus lágrimas,
Son mas veneno que destilan de tu podrida alma.

No tengas miedo,
No acabare con tu vida en este momento,
Pero si te are vivir un infierno,
Te are pagar,
Como tú sabes hacerlo;


Diles a tus amantes,
Que hay un precio Para que contigo puedan acostarse,
Dile que son bienvenidos a mi casa,
Dile que mi habitación será su cabaña,
Dile que estaré siempre en la puerta,
Esperando mí paga


Norberta de Sánchez